Nota: Entrada publicada originalmente en martiperarnau.com en Agosto de 2014.
Con motivo de los problemas económicos causados por la pandemia, vuelve a hablarse de la posible conversión de Real Madrid y FC Barcelona en sociedades anónimas o limitadas.
La Bundesliga y su modelo "50+1" suele ponerse como ejemplo de buen gobierno para preservar la identificación de clubes e hinchas, y evitar la llegada de inversores que no busquen lo mejor para el club en el largo plazo.
En el artículo explico como la conversion en sociedades anónimas es compatible con el modelo del 50+1. En su día ya fue objeto de debate y por eso lo "recuelgo" aquí. Los datos no han sido actualizados a 2021 pero creo que el mensaje es el mismo.
El
Borussia Dortmund ha anunciado una ampliación
de capital por importe de 114 millones de euros, confirmando la entrada
en el accionariado del equipo de varios de sus principales patrocinadores: Puma
(material deportivo), Evonik (energía) y Signal Iduna (seguros).
Hace
cinco meses, el Bayern de Múnich anunciaba la venta de un 8% de las acciones del equipo en
su poder a la empresa Allianz (seguros), que pasaba así a formar parte de su selecto grupo de
accionistas junto a Audi (9%, automóviles) y Adidas (9%, material deportivo).
Sumando todas las ventas de acciones realizadas desde el año 2002 el Bayern ha
recaudado 277 millones de euros.
Al
igual que cuando ocurrieron las diversas entradas en el capital del Bayern, hoy
me he preguntado lo mismo: ¿qué interés tienen estas empresas en entrar en el
capital de un club de fútbol?
Como
inversión financiera no se ajustan al perfil típicamente deseable, puesto que no
reparten dividendos y no es muy probable realizar una gran plusvalía ya que estos clubes no buscan maximizar el beneficio económico sino el rendimiento deportivo. De hecho, en el caso del Bayern sería
extremádamente difícil encontrar incluso un comprador debido al tamaño del
paquete accionarial y a que estos valores no cotizan en ningún mercado
secundario. El Borussia Dortmund sí
cotiza en Bolsa (el único en Alemania), pero creo que para el consejero
delegado de una empresa energética resulta muy difícil de justificar
especulaciones bursátiles de tanta incertidumbre y dudosa rentabilidad (el
Borussia estuvo al borde la quiebra en 2005, y jamás ha recuperado su precio de
salida oficial de 11 euros estando actualmente en 5 euros), principalmente
porque tampoco el objeto social de esa compañía es la inversión en otras
compañías.
Si como
inversión financiera son difíciles de explicar, más complicado aún serían otros
motivos como el altruismo, la mera tenencia simbólica u otras razones de carácter
social, debido a su elevadísimo importe y su muy limitado alcance. Y por si
fuera poco, son participaciones sin control político: estas inversiones no les
dan a los clubes el control de la empresa en la que invierten, y puesto que hay
otro accionista que sí es mayoritario, su voz es insignificante, al menos en
principio.
Entonces,
¿qué retorno obtienen estas empresas por semejante desembolso? Bien sencillo:
potenciar al club al que también patrocinan y así
potenciar sus propias marcas, mientras que esquivan las preguntas que se
generarían si inflaran aún más los existentes contratos de patrocinio por
encima del nivel actual de mercado. A su vez, encuentran una manera muy
eficiente de invertir en publicidad e imagen sin afectar a su cuenta de
resultados, ya que las inversiones financieras van al activo contable, no al
capítulo de gastos.
Es
decir, muchas empresas están trasladando a los campos de fútbol su competición
empresarial, utilizando para ello a los equipos de fútbol que patrocinan. A la
larga, esto terminará por ampliar el hueco entre grandes y pequeños, ya que
estos son ingresos que no se reparten equitativamente como si ocurre con los de
televisión en la Bundesliga. De hecho, el Bayern ya obtiene el 55% de sus
ingresos de Marketing mientras que el Real Madrid el 40%. Y eso sin contabilizar
lo recaudado por las ventas de acciones.
Por
otro lado existe un lado positivo: con la compra de estas acciones, las
empresas patrocinadoras también demuestran su compromiso a largo plazo con el
equipo, asegurando los ingresos futuros y la estabilidad que ello conlleva.
La
pregunta lógica que muchos aficionados españoles se realizarán es la siguiente:
¿a qué esperan Real Madrid y Barcelona y los otros clubes que no son S.A.D para
hacer lo mismo? Siempre se ha dicho que es para seguir perteneciendo a sus
socios, pero ¿no son Borussia y Bayern de sus socios?
La “norma
del 50+1”de la Bundesliga obliga que todos los equipos participantes estén
controlados por los socios del “club originario”. El fin último de la norma es
dar preferencia a los intereses de los socios, teóricamente ligados al
desempeño deportivo y el largo plazo, y no a los de los inversores, en teoría
asociados a maximizar el beneficio y no necesariamente con voluntad de
permanencia indefinida en el club. Aquellas empresas que demuestren su
compromiso en el largo plazo (20 años), sí están autorizadas a tomar el
control.
Pero esta
norma no se refiere estrictamente al porcentaje de capital, sino al porcentaje
de control o derechos de voto; así, mientras que el FC Bayern AG es una
Sociedad Anónima participada en su mayoría por el club de socios FC Bayern e.V.
(club originario), y minoritariamente por Audi, Adidas y Allianz, el Borussia
Dortmund GmbH & Co. KGaA es una sociedad comanditaria donde un socio tiene
responsabilidad ilimitada y la gestión total, en este caso el club de socios Ballspielverein
Borussia 09 e.V. aunque tenga apenas el 7% del capital social del equipo,
estando el resto en manos de otros inversores minoritarios y en el free-float de la Bolsa. Es decir, en
Alemania los clubes hicieron un spin-off
o escisión de sus equipos de fútbol
profesional creando una sociedad separada y dieron entrada a nuevos accionistas
y capital para potenciarlos, mientras se aseguraron mantener el control total
de la gestión empresarial.
Ambas
formas jurídicas existen también en España, por cierto. Así que hagamos un
pequeño y simplista ejercicio de
ficción financiera, que seguro que a Florentino y a Bartomeu se les ha pasado
más de una vez por la cabeza cuando en alguna infundada pesadilla, un banco les
negaba un crédito:
-
Allianz pagó 110 millones de euros por el 8% del Bayern, lo que supone
valorar toda la compañía en 1.222 millones de euros.
-
Si los ingresos del FC Bayern AG en la temporada 12/13 fueron de 431*
millones de euros, el equipo se ha valorado a 2,83 veces ingresos. Es un
múltiplo realmente bajo en comparación con otros sectores, pero no podemos
obviar el hecho de que son inversiones sin una clara rentabilidad en principio y sin control alguno sobre la gestión (en
teoría)
- Los ingresos de Real Madrid y Barcelona fueron de 519 y 483 millones
respectivamente. Si les aplicáramos el mismo múltiplo que al Bayern (2,83), la
valoraciones serían 1.469 millones (Real Madrid) y 1.367 millones (Barcelona).
-
La venta de un 10% del club reportaría unos jugosos 147 millones al
Madrid y 137 al Barcelona en efectivo, casi un 30% de sus presupuestos anuales.
Sin
duda una buena inyección de capital que más que una pesadilla pareciera un “sueño
mojado”.
Tanto
en Bayern como en Borussia, las distintas aportaciones de capital han sido y
serán destinadas a amortizar deuda, a la construcción y recompra del estadio, y
en general a sanear la deuda del club y sentar unas bases sólidas para la
generación de ingresos recurrentes.
Conociendo
la “tremenda aversión” al riesgo y al endeudamiento de nuestros gestores
(evidente cuando uno mira los actuales balances de los clubes), ¿a qué creen
ustedes que dedicarían el dinero Florentino y Bartomeu? ¿A amortizar sus costosas
deudas, o al nuevo Camp Nou? ¿A la cubrición
del Bernabéu, o al nuevo James Rodríguez?
*Todas
las cifras de ingresos obtenidas de la Football Money League de Deloitte