Pocas
ciudades en el mundo pueden presumir de tener una tradición cervecera como
Múnich o Dortmund: la primera es la capital mundial de la cerveza con la
Oktoberfest; la segunda tiene un estilo de elaboración propio, la Export o
Dortmunder.
Múnich
El menú
muniqués es sencillo y delicioso: salchichas blancas, cerveza de trigo (cerveza
blanca) y bretzel, todo aderezado con mostaza dulce. Las salchichas blancas son
de carne de cerdo y ternera mezcladas con cardamomo, pimienta blanca, jengibre,
nuez moscada, y perejil. Una auténtica delikatessen
, pero con reglas estrictas:
- Hay que comerlas antes de las 12, ya que sólo así se garantiza que estén bien frescas
- Cuidado con la piel: a los guiris nos dejan hacer un corte longitudinal y quitar la piel como si fuera un plátano. Pero los locales van sacando la carne mordiendo por una de los extremos. Pero NO se come la piel.
- Una vez pelada se come con la mano, mojando bien en la mostaza dulce: NO se usa el tenedor
A los
que no les gusten las salchichas cocidas, pueden pedir una ración de las
salchichas pequeñas de Nuremberg. Una delicia con denominación de origen de la
que ya hablé aquí.
El
Brezel es un pan blanco con corteza recubierta de sal gorda. Hay distintos tamaños,
pero si os apetece uno grande, pedid el Riesenbrezel..
Tradicionalmente
este menú hay que regarlo con una cerveza de trigo (Weizenbier) o Weisbier
(cerveza blanca), que viene a ser lo mismo. Las marcas más conocidas son
Paulaner, Erdinger, y Franziskaner. Son las cervezas que se sirven en esos
vasos alargados, con una gran corona blanca de espuma. El sabor es más dulzón
que en la cerveza Pilsen, parecido a la vainilla.
El
mejor sitio probablemente sea el Viktualienmarkt,
que encontraréis fácilmente. Después podéis empezar la peregrinación por las
cervecerías que están alrededor de la Marienplatz, donde se ubica el
ayuntamiento, que es donde el Bayern celebra los títulos.
Para
los que no les guste la Weissbier, también hay cerveza de malta estilo Pilsen.
La más común es la hell, que
significa “clara” o “rubia”. Hay
numerosas marcas, pero excelente es la Augustiner Bräu y Löwenbräu tampoco está
mal. No me gusta la Spaten. Aprovechando
la coincidencia con la palabra inglesa “infierno”, unos avispados empresarios
registraron la marca de cerveza rubia del pueblo austríaco de Fucking: la fucking-hell.
En las
cervecerías y restaurantes siempre tienen diversas variedades de cervezas de
malta: la oscura (dunkel) algo más
amarga y las kellerbier, que suelen
ser cervezas sin filtrar. Tienen algo más de graduación también, pero son muy
sabrosas y las recomiendo.
Por
último, el Allianz Arena no está en el centro y el trayecto en metro (U-bahn) dura
una media hora. Además, desde la parada hasta el estadio todavía queda un buen
paseo por un descampado, así que no olvidéis comprar un par de botellas para el
camino. Pero no las abráis hasta que estéis dentro del tren, ya que no se puede
beber dentro de los trenes y los
vigilantes no os dejarán pasar con botellas abiertas.
Dortmund
Dortmund
tiene un sitio especial dentro del mundo cervecero puesto que tiene su propio
estilo de cerveza: la cerveza Export o Dortmunder. Muy parecida a la Pilsen, pero con algunas diferencias en
los ingredientes.
Muchas
de las grandes marcas de Alemania fabrican también una export . Si nos centramos
sólo en la export hecha en Dortmund nos encontramos con que sólo hay una
fábrica pero con varias marcas. Una muy popular es la DAB, que es la que más me
gusta a mi. Para los exquisitos recomiendo la Aktien Original, y para los que
vayan ajustados de presupuesto la Hansa, que es sin duda la que más se bebe,
probablemente por su precio. No olvidéis especificar que queréis la export, ya
que estas marcas también tienen versión pils.
Dortmund no tiene grandes atracciones, pero
tiene un centro agradable con muchas cervecerías y restaurantes. Es conocida en
Alemania por ser una de las ciudades más verdes, así que a los que les guste
pasear, aquí no les faltarán jardines.
La comida
renana es a base de grandes asados y estofados, y por supuesto, también es
fácil de encontrar el codillo (haxe
si es a la brasa, o eisbein si lo
preferís cocido) con chucrut (sauerkraut).
Hay que ir con el estómago vacío porque
las porciones son gigantes y el precio barato.
Para
los que vayan con tiempo de sobra, coged un tren a Oberhausen a visitar el mausoleo
del pulpo Paul en Sea Life.
Düsseldorf
La
mayoría de vuelos desde Madrid van a Düsseldorf. Mi recomendación es que os quedéis
aquí por lo siguiente:
- El aeropuerto está muy cerca de la ciudad y tiene metro, así que ahorramos en taxis
- El casco viejo (Altstadt) es la barra más larga de Alemania. Muchísimo ambiente hasta altas horas de la madrugada.
- La cerveza Alt, como sabrán los asiduos de este blog, que se fabrica fresquita en el mismo barrio viejo. Schlüssel, Schumacher, Ürige y Füchsen. Hay que hacer el tour completo
- Para los que busquen un viaje más cultural, hay dos museos de arte moderno y contemporáneo, y luego todos los edificios del puerto nuevo incluidos los tres de Frank Gehry.
- De Düsseldorf a Dortmund se tarda 35 minutos en tren.
Espero
que lo disfrutéis, y que ganen Madrid y Barcelona, que por aquí los teutones
tienen el ego un poco subido últimamente.
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