Leverkusen vs Bremen.

Si uno sube al "pirulí" de Düsseldorf, la muy elogiada Fernsehturm, puede ver una chimenea gigante de la que sale un humo blanco que asciende varios centenares de metros.
Esa chimenea es Leverkusen.

Existen rumores de que durante la fundación de la ciudad, tan sólo en 1930, el heredero Bayer de turno se encontraba en la fase intensiva de pruebas de la que ha sido su segunda creación más popular: la heroína. Que debió ser algo parecido a lo que se estaba fumando Aragonés cuando llamó a Oleguer a la Selección.
Por si no fuera suficiente, como tocados por una varita mágica, cayeron en el lado malo de esta frontera:

En efecto: beben Kölsch. El Kölsch es la cerveza típica de Colonia, y es también, la que beben en Leverkusen.
Aunque algunos estudiosos digan que las diferencias entre el Alt y el Kölsch son imperceptibles, nada está más lejos de la realidad. Juzguen ustedes mismos:

Una de las grandes marcas de kölsch empezó hace un tiempo una campaña algo más explícita utilizando esta rivalidad:

"Antes de que se vuelva vieja" (Alt significa "viejo" en alemán)

Mis preferencias están claras, así que no entraré en polémicas absurdas. Me quedo con esta réplica que el maestro cervecero irlandés Barry Masterson ha colgado en su blog, y su particular veredicto:

Como os podéis imaginar, para esta visita, y sin que sirva de precedente, no probé la cerveza local.

Pero la rivalidad entre las ciudades de Düsseldorf y Colonia abarca no sólo a la cerveza, sino al dialecto, al río más bonito aunque es el mismo, al Carnaval, a la importancia dentro del estado (Düsseldorf es la capital mientras que Colonia es la más populosa) y, entre otras muchas otras cosas,  por supuesto al fútbol.
Para regocijo de todos los Fortunen, el ascenso tras quince años en el infierno coincidió con el descenso del FC Köln (el Colonia de toda la vida). Y es por eso que tengo que aprovechar la visita a Leverkusen para contaros acerca de esta singular relación, ante el boicot que me han hecho nuestros enemigos eternos.
Al respecto, la mejor camiseta que he visto:

("Nosotros en primera, vosotros en Segunda") (representando la Fernsehturm de Düsseldorf y las dos torres de la Catedral de Colonia).

Desgraciadamente, no nos fue bien en Leverkusen.


Dos semanas después, tocaba ir a una de las grandes ciudades históricas.
Bremen, como ciudad, es todo lo contrario que Leverkusen.
Y no se me ocurre mejor halago.
Acostumbrados a beber botellas de Becks por el barrio viejo de Düsseldorf, nos preguntamos si sería posible encontrar una cervecería donde la sirvieran fresca, al modo de las cervecerías de Alt. 
Tras mucha discusión con una empleada de la oficina de turismo, no conseguimos localizar una de Becks, pero sí esta:

Lo admito: estoy cogiendole el gustillo a eso de beber cervezas sin filtrar. Es como beber un zumo. Y como sólo eran las 10:30 de la mañana, no estaba fuera de lugar.

El antiguo barrio pesquero, el Schnoor, es super super super monísimo, pero uno no puede dejar de pensar lo mismo que cuando se pasea por el Montmartre de París: hay algo detrás de la fachada?
Conocimos además lo más representativo de la fauna autóctona, y de la no autóctona:

Pero Bremen es mucho más que un bonito decorado. Y eso se puede experimentar en el Ostertorviertel, donde está el estadio, un barrio de casas bajas antiguas, plagado de bares, con un ambiente joven que invitaba a quedarse tras el partido. Otra vez será.
El Weserstadion es uno de los pocos estadios viejos que quedan en la Bundesliga, y se nota. Ubicado a orillas del Weser, está en el lado peligroso del dique de contención (como Leverkusen con la cerveza), y con ese clima tan apacible que tienen, aquello es un barrizal. Pero se respira fútbol viejo, y alimenta el debate sobre qué es mejor: los nuevos "Arenas" modernos, amplios, seguros, pero lejos del centro y sin "alma", o los viejos estadios más pequeños en los barrios.

Y en estas banalidades pensaba desde el gallinero que nos metieron, mientras el árbitro probaba la misma medicina que tomaba Bayer aquella tarde que fundó la ciudad, y De Bruijn nos abría en canal.

NOTA FUTBOLÍSTICA

Las únicas notas positivas de los últimos partidos han sido conocer a una serie de jugadores que yo creo darán que hablar en el futuro:
- Carvajal, lateral derecho del Bayer, va sobradísimo de calidad. Lo más parecido a Jordi Alba que he visto.
- Joselu, delantero del Hoffenheim, igual. Llama en seguida la atención por la planta que tiene, y él solito consiguió volvernos locos aún con diez jugadores.
- De Bruijn, medio centro del Werder. Belga de 20 años, cometió fallos imperdonables (como el que provocó el penalti que metimos), pero era una delicia verle correr con el balón.
Y esta mi ración de axeltorres por hoy.

EL DATO

Hay en Alemania una honda preocupación por el gran incremento de actos violentos relacionados con el fútbol. Varían mucho de intensidad, pero la verdad es que no hay jornada en que no pase algo. Y aunque son los más proclives, ya no se circunscribe a los grupos neonazis de los equipos de la ex República Democrática Alemana.
Por ello, la Liga, van a imponer una serie de nuevas normas de seguridad que serán decididas el próximo día 12. Los grupos ultras se quejan, y con algo de razón, que se les está intentando criminalizar, y que sin ellos la cultura del fan y el ambiente en los estadios desaparecería. Pero es indudable que hay que hacer algo.
Daniel Martínez (@futbolaleman) lo explica con detalle en su blog, pero yo no soy tan condescendiente como él.
Como medida de protesta, todos los grupos ultras de todos los equipos, guardarán este jornada silencio hasta el minuto 12 y 12 segundos (en referencia a la fecha de la reunión). La de ayer en el Signal Iduna Arena fue algo así (no os la perdáis):

PS:
desde estos partidos que he relatado ya hemos jugado otros dos: en casa frente al Hamburgo,y anoche en Dortmund frente al Borussia. Y vaya noche que fue. Y allí estaba yo, cómo no.
Pero eso es carne de otro post.

SIGUIENTE PARTIDO
En casa frente al Eintracht. Habrá pelea, fijo.