Al ser viernes noche no había mucho tiempo para calentar tras la oficina. La reunión se hizo en el habitual punto de encuentro de un grupo de gente que lleva yendo cinco años a los partidos juntos: el bar irlandés Fatty's, en el casco viejo. Por fin se acabaron las sanciones, y por primera vez en liga se iba a poder llenar el campo. Y se llenó. Salvo una butaca: la mía.
A algunos sitios "se va llorado de casa", le dijeron al ministro que sollozaba. Y la paternidad, es una de ellas. El proceso de gestación de un ser humano, está lleno de peligros, imprevistos, sorpresas, nuevas sensaciones, y alguna que otra putada. Y aunque en mi caso ya es el segundo, no por asumidas putean menos.
Llevaba ya tres cervezas urgentes cuando me dieron la noticia: había contracciones y malestar, y se dirigían al hospital para ver si estaba todo bien. Me resistí, sabiendo que aún era algo temprano, que los síntomas todos apuntaban a la típica "falsa alarma", y contesté que me avisaran sólo si el desenlace definitivo se desencadenara, y me dirigí al metro para tomar el tren al estadio, sabiendo que mi destino ya estaba escrito, y no era cerca de un estadio de fútbol.
El tren iba a rebosar, y era un especial para el estadio, por lo que no paraba en las paradas a lo largo del trayecto. Entre apretones, acalorado como mi cerveza, sonó el teléfono, para la lectura de la sentencia final: "necesito que vengas"
Tuve que aguantar otros veinte minutos hasta poder salir de ese tren infernal, e irme directo a por un taxi ante la incredulidad de mis compañeros de viaje. Mascullando entre dientes soporté las bromitas del taxista: "menudo partido que te vas a perder, un clásico", "menuda cara se te ha quedado después de llegar hasta aquí", "yo a la mía la hubiera dicho que llamara a su madre", etc. No le di propina.
Tras recoger a la familia, conseguí llegar a casa para ver el segundo tiempo en un link pirata de mala muerte. Mano de santo, oiga: con 0-2 al descanso y Huntelaar perdonando la vida al Fortuna, se produjo la remontada épica, 2-2, que nos mantiene en esa nube de puestos europeos, y nos distancia en diez puntos a nuestros rivales directos por la permanencia.
Y los jugadores pensarán que fue gracias a ellos.
PRÓXIMO PARTIDO
Mainz 05 fuera de casa. A dos horas y media de distancia, salvo causa de fuerza mayor, les contaremos las delicias de la ciudad de Maguncia.
A algunos sitios "se va llorado de casa", le dijeron al ministro que sollozaba. Y la paternidad, es una de ellas. El proceso de gestación de un ser humano, está lleno de peligros, imprevistos, sorpresas, nuevas sensaciones, y alguna que otra putada. Y aunque en mi caso ya es el segundo, no por asumidas putean menos.
Llevaba ya tres cervezas urgentes cuando me dieron la noticia: había contracciones y malestar, y se dirigían al hospital para ver si estaba todo bien. Me resistí, sabiendo que aún era algo temprano, que los síntomas todos apuntaban a la típica "falsa alarma", y contesté que me avisaran sólo si el desenlace definitivo se desencadenara, y me dirigí al metro para tomar el tren al estadio, sabiendo que mi destino ya estaba escrito, y no era cerca de un estadio de fútbol.
El tren iba a rebosar, y era un especial para el estadio, por lo que no paraba en las paradas a lo largo del trayecto. Entre apretones, acalorado como mi cerveza, sonó el teléfono, para la lectura de la sentencia final: "necesito que vengas"
Tuve que aguantar otros veinte minutos hasta poder salir de ese tren infernal, e irme directo a por un taxi ante la incredulidad de mis compañeros de viaje. Mascullando entre dientes soporté las bromitas del taxista: "menudo partido que te vas a perder, un clásico", "menuda cara se te ha quedado después de llegar hasta aquí", "yo a la mía la hubiera dicho que llamara a su madre", etc. No le di propina.
Tras recoger a la familia, conseguí llegar a casa para ver el segundo tiempo en un link pirata de mala muerte. Mano de santo, oiga: con 0-2 al descanso y Huntelaar perdonando la vida al Fortuna, se produjo la remontada épica, 2-2, que nos mantiene en esa nube de puestos europeos, y nos distancia en diez puntos a nuestros rivales directos por la permanencia.
Y los jugadores pensarán que fue gracias a ellos.
PRÓXIMO PARTIDO
Mainz 05 fuera de casa. A dos horas y media de distancia, salvo causa de fuerza mayor, les contaremos las delicias de la ciudad de Maguncia.
Te acompaño en el sentimiento, ese "necesito que vengas" es demoledor.
ResponderEliminarEn efecto.
EliminarOjo que puedo ser baja también en el desplazamiento de mañana por similares motivos.
El proyecto se desmorona a pasos agigantados.